Amores inconfesables. La infidelidad desde Eva a Internet

simular algo que no es verdad nos desadapta de la realidad. “La neurosis en los matrimonios es inmensa porque, evidentemente, simulamos que todos somos fieles... Y aunque todos saben la verdad, igual te recuerdan que simules algo que no es cierto, o que siempre está a punto de no serlo...”.

la tendencia humana a los vínculos extramaritales “parece revelar el triunfo de la naturaleza sobre la cultura”.

más del 50 % de las mujeres casadas, cifra similar a la de los hombres, comete infidelidades, y que la mayoría lo hace sin el menor asomo de culpabilidad.

Lo natural es nacer preparado para que la sociedad vaya imprimiendo sus normas en la inteligencia, en el alma y en el corazón del ser humano.

La infidelidad, en especial en las mujeres, ha aumentado considerablemente

las mujeres están más preparadas para las crisis, para el momento del rompimiento. “Tienen más recursos internos,

Las mujeres perdonan la infidelidad en mayor proporción que los hombres
Lo hacen por razones emocionales (“son más maduras y seguras de sí mismas”, señalan nuestros entrevistados) pero también por razones prácticas (por ejemplo, económicas en aquellas que no trabajan fuera de la casa) o porque tienen incorporada aquello de la idea que el hombre tiene derecho a “consumir” más mujeres. Por el contrario, al hombre le cuesta más aceptar la infidelidad de su esposa porque supone que cuando ella es infiel, se enamora.

es “cinismo o muestra de anormalidad decir que uno nunca ha sido infiel de pensamiento o palabra; pero, para mí, la infidelidad es aquella tentación que te hace pasar del dicho al hecho. Es decir, el momento que marca su inicio es la relación carnal con otra persona que no es tu pareja. En ese contexto, da lo mismo si uno tiene esa relación sexual clandestina con o sin amor”.

en ese contexto es que, de pronto, se ve envuelta en una relación que le permite volver a reconocerse como mujer o persona. Necesita tener una experiencia de infidelidad ‘privada’. Privada, en el sentido de que no se actúa por reacción, no es en contra del cónyuge, ni por ‘venganza’, sino que se establece una relación con un tercero, para volver a activar en ella, o a conectarse con sus aspectos más lúdicos, más femeninos, mas sensuales, que muchas veces han dejado de estar presentes, en su matrimonio. Es una invitación que la mujer siente que le hará bien”.

. La infidelidad, surge cuando un ‘otro’ la confirma como mujer, la valida, la ve. Son razones que dicen relación con ella misma, con sus deseos, con sus necesidades, con una mirada hacia sí misma; necesita verse en otro lugar, y para ello necesita la mirada de otro”,