En Edificio Nautilus Inma Luna nos invita a un viaje vertical. Siete pisos construyen este espacio poético que, desde el haiku y otras composiciones breves, nos eleva hasta poemas derrochadores y volcánicos. En ese recorrido, la palabra se envuelve en lo salino, en lo amoroso y en lo social con idéntico ímpetu. También hay tiempo en el ascenso para el reposo y la contemplación; para asomarse a lo que pasa con ánimo participativo, a ratos distanciado y, en ocasiones, crítico. La mirada de Luna se extiende desde una suerte de panóptico en todas las direcciones y arriesga tanto en la belleza como en lo más siniestro. Recorrer el Edificio Nautilus es adentrarse en la aventura de lo humano con todos los aromas que la vida desprende.