Comprendió que la información se mantiene viva cuando la repetimos, cuando la compartimos, cuando la enseñamos. Está cifrada en cada tejido, en cada vasija, en la técnica para elaborar platillos, en la ceremonia de la siembra. Cuando uno recupera la tradición recupera su origen universal y cósmico. Recupera a los padres, a los abuelos y todo lo que cree perdido.