Sí, considero que fue un buen cierre. Aquí tiene sentido Shirley, aquí se reivindica Tita, aquí vemos el lugar del que viene Nacha... Aquí cerramos muchos misterios.
Lucía me encantó... hasta casi el final. Ciertas reflexiones me parecieron un tanto inclinadas hacia el rol de la mujer en casa, en la cocina, con los hijos. Entiendo su punto pero también me parece que no dan mucha cabida a la mujer que se quere desempeñar en otras áreas.
Es una lectura ágil y entretenida. Sí la recomiendo para conocer el contexto mexicano y nuestro folklore. Este no es un recetario como "Como agua para chocolate", pero tiene lo suyo y así está bien.