Me siento solo.
Noto la soledad igual que noto la manta sobre mi cuerpo, o las plumas de la almohada bajo la cabeza, o la goma de los pantalones del pijama retorcida a la altura de mi cintura. Noto la soledad como si fuera algo tangible que se extiende por este nivel como una neblina, que llega a todos los rincones de mi habitación pero no encuentra a ningún ser vivo salvo a mí. Es una sensación fría.