Ambos han sufrido en el pasado y ocultan dolorosos secretos, y no están dispuestos a que vuelvan a hacerles daño.
Para proteger el trono, el jeque Aziz al Bakir necesitaba a alguien de confianza con el fin de que se hiciera pasar temporalmente por su prometida, que había desaparecido. Así que el legendario donjuán ordenó a Olivia Ellis, su ama de llaves, que aceptara el papel.
Olivia creía que Kadar era el sitio ideal para ocultarse, pero la orden del jeque la haría objeto del escrutinio público. Sin embargo, incluso eso sería más fácil de soportar que la intensa mirada de Aziz. Este, implacable como sus ancestros del desierto, eliminó sus reparos, por lo que Olivia pronto se vio haciendo el papel de reina en público y de amante en su cama.