México atraviesa uno de los períodos de violencia más intensos de su historia moderna. En su último informe de 2018, el Instituto Heidelberg para la Investigación Internacional de Conflictos mencionó a México como el único país de América que se encuentra en guerra.
Hace mucho que la multiplicidad de formas de violencia que acontecen diariamente y de forma masiva en México rebasaron los marcos conceptuales que intentaban describirlas. Por eso, cada aporte en este libro es un atrevimiento conceptual desde los márgenes discursivos que intenta dar cuenta de lo que la violencia suprime y oculta en cada uno de sus actos.
Ante la violencia excesiva y la degradación del cuerpo humano que se enuncia bajo el concepto de brutalidad; ante ese evento espacial violento que son las fosas clandestinas; ante la vulneración y destrucción de la materialidad espacial que es la ciudad, enunciada bajo el concepto de urbicidio; ante la herida abierta de la comunidad que busca a sus desaparecidos, ante la insensibilidad institucional y la incapacidad por nombrar y hacer justicia a las víctimas, este libro propone pensar las violencias desde un espacio de duelo compartido que contemple el sufrimiento. La fragilidad expuesta del poder y el Estado ante las violencias contemporáneas traza el mapa que recorre este volumen, en una geografía irregular de daños, vacíos de poder y excesos de fuerza, evidencia de los tiempos sombríos que vive México.