Un libro de memorias (¿ficticias?) relacionadas con la sexualidad en diferentes etapas de la vida con un protagonista peculiar, ya que a diferencia de otros su apetito sexual nunca fue desbordante, al contrario, siempre lo estuvo buscando y reflexionando sobre él. Me gustó mucho el libro porque aprendes mucho de la cultura japonesa, que si bien es antigua, es parte de lo que hoy es el Japón contemporáneo; además de que hay muchas citas y referencias interesantes de filosofía, arte y literatura de todo el mundo. Y, definitivamente, hay un reflexión sobre el apetito sexual y el amor, cosas que damos por hecho gracias a los estereotipos que ha creado la sociedad.
Le falta el espíritu descriptivo