Los ríos profundos narra el proceso de aprendizaje de Ernesto, un muchacho de catorce años, que tiene que enfrentarse a las injusticias del mundo adulto del que empieza a formar parte y en el que debe elegir su futuro.
Ernesto es hijo de un abogado errante, siempre perseguido por enemigos políticos. Encuentra protección en una comunidad indígena hasta que el padre lo recoge y lo lleva consigo de pueblo en pueblo. Finalmente lo interna, en Abancay, en un colegio de religiosos. Desde ese momento describe recuerdos del pasado — de los diversos poblados indígenas — y la etapa de su vida en el colegio, cuyo ambiente es sombrío y muchas veces repugnante.
El desarrollo del argumento pasa por la evocación de la época anterior al internado hasta la toma de conciencia de un Ernesto adulto que debe escoger entre el mundo andino y la clase hacendada.
La personalidad ambivalente del protagonista, su pertenencia real a la clase de los blancos y su identificación con la cultura indígena, hace del relato uno de los más desgarradores dentro de las letras hispanoamericanas. De la misma manera, la excelencia del lenguaje utilizado por el autor, donde también se entrelazan estos dos mundos, en ocasiones su estilo “traduce” al español el habla peculiar del indio mediante una recreación estética, demuestra la maestría de Arguedas como narrador, y justifica su lugar de privilegio dentro de los actuales escritores latinoamericanos más importantes.
Los ríos profundos es la tercera novela del escritor peruano José María Arguedas. Publicada por la Editorial Losada en Buenos Aires (1958), recibió en el Perú el Premio Nacional de Fomento a la Cultura “Ricardo Palma” (1959) y fue finalista en Estados Unidos del premio William Faulkner (1963).