Los sabios alienígenas, los científicos, con sus grandes conocimientos e inventos, nuestros antepasados, o eso dicen ellos. «¡Hagan esto!», dicen, y nosotros lo hacemos. «¡Hagan aquello!», y nosotros lo hacemos. «¡Lleven a sus hijos a nuestra nave maravillosa y que vuelen a nuestros mundos maravillosos!» Y se llevan a los niños, y ellos ya no regresarán nunca al hogar. Nunca conocerán su hogar. Nunca sabrán quiénes son. Nunca sabrán qué brazos los sostuvieron.