Nos encontramos en Nueva Orleans, en plena reconstrucción de Luisiana. Después de que el huracán Katrina dejara a su paso miles de víctimas entre amasijos de hierros y escombros.
Un día, comienzan a aparecer varias chicas asesinadas en los tenebrosos y misteriosos pantanos cercanos a la ciudad. Sus cadáveres muestran signos de estrangulamiento y aparecen colocadas en diversas e inquietantes poses.
Michael es un pintor frustrado, que no es capaz de vender un cuadro. Está peleado con la vida y consigo mismo.
Para la inspectora Sanders y el detective Lodge, las pruebas parecen indicar que entre las víctimas y los cuadros hay una extraña conexión.