Esta novela, considerada una de las más importantes de la literatura francesa, es, sin duda, la más interesante del siglo XVIII francés. Pero, ¿se trata en realidad de una novela? Diderot menosprecia el género novelesco y quiere escribir algo distinto: el resultado es una obra absolutamente original y moderna. Nos hallamos ante un entramado de cuentos, prendidos en una ficción de base: el viaje a caballo de Jacques y de su amo. Sin embargo, el conjunto es mucho más: es una mezcla exuberante de narración-dramatización, de intromisiones del narrador que interpela al lector, y de digresiones sobre los temas más diversos, recorrida en filigrana por todas las variedades del humor (ironía, sarcasmo, comicidad de repetición, burla) y todas las variedades del amor (tierno, pícaro, libertino, traicionado, colmado) y articulada mediante unas técnicas narrativas geniales, que se ocultan bajo una apariencia de espontaneidad y de veracidad. El lector se sorprende, se conmueve, se admira, se divierte, y, pese a las advertencias del narrador, se deja arrebatar por la historia. (Entrelectores)