oz y el Martillo, y no tenía sentido burlarse de él para después, unos meses más tarde, con el rabo entre piernas, seguir su ejemplo. Eduard es ahora fundidor. Es un trabajo sucio, embrutecedor, pero él es de los que hacen bien todo lo que hacen. Si el azar hubiera querido que fuese un malhechor, habría sido uno bueno. Obrero, es un buen obrero, con el casco en la cabeza, la tartera para el mediod