Los espacios de reunión homosexual del centro de la Ciudad de México incluían lugares cuyo giro cambiaba a lo largo del día. Si bien estos sitios abrían temprano para ofrecer desayunos, por la tarde, después del almuerzo o de la comida, los cafés se convertían en espacios de tertulia para periodistas, académicos y artistas, como el célebre Café de París (5 de Mayo y Filomeno Mata).