Cuando una persona vive sola, como yo, en este rincón del mundo —empezó a decir—, debe procurarse alguna distracción. Se puede hacer calceta, ayudar a las muchachas de la sección femenina de los exploradores o dibujar, pero mi predilección es, y ha sido siempre, la naturaleza humana. ¡Es tan variada y fascinante!