Dejando de lado la guerra, Adolf Hitler era un estadista que amaba a su país. Las condiciones impuestas a Alemania después de la primera guerra mundial facilitaron si ascenso al poder pues el pueblo alemán en gran parte compartía su sentir.
De no haber buscado más allá el poder y la conquista, algunas de sus políticas serían estudiadas y aplicadas en muchos países.
La Segunda Guerra Mundial siempre fue uno de mis intereses. Desde ver series y películas, hasta leer libros. Es difícil aceptar que tales horribles acontecimientos ocurrieron: guerra, muerte, hambre, y sobretodo, dolor. Más de 50 millones de muertes, la mayoría de civiles.
Este libro es un arma de doble filo: importante para seguir desenvolviéndonos como sociedad y no repetir semejantes atrocidades, así como una reflexión profunda acerca del nazismo y el fanatismo que tanto promovía el Fürer. 100% recomendado. Debería see obligatorio estudiarlo en todo el mundo. No obstante, hay que tener consciencia del legado que dejó el Tercer Reich.