Ana Karenina es la historia de una pasión. La protagonista es un personaje inquietante y fascinador por la intensidad de su vida.
Tolstoi, buen psicólogo y conocedor del mundo que le rodea, abre la intimidad de Ana y traza con pulso firme la trama de esta novela, una obra imperecedera por su hondura, su fuerza y su veracidad.
En la novela, Tolstoi utiliza los mismos métodos creativos realistas que en sus primeras obras, pero presenta una unidad artística mucho más sólida, y la exuberancia deja paso al pesimismo. El autor se reafirma en sus creencias y en su idea crítica respecto a la vida urbana, ahogada por la superficialidad.