Cuando Julia Szendrei cruza su puerta, Ronnie Glasgow ya sabe que traerá problemas. Aun así, acepta ayudarla: al fin y al cabo, solo los verdaderamente desesperados llegan hasta el despacho de una detective paranormal.
Pero tras las viejas paredes de la residencia de los Szendrei hay mucho más que fantasmas, y hay secretos que no están hechos para ser contados. Para salvar a los últimos de una estirpe moribunda, la detective Glasgow tendrá que echar mano de todas sus armas. Y es que, cuando hay magia de por medio, ni siquiera los muertos están libres de toda sospecha.