La educación rural enfrenta una crisis profunda. No solo se evidencia en los bajos resultados de los estudiantes rurales en pruebas estandarizadas, sino también en la comprensión errónea de la educación rural basada en supuestos equivocados. Uno de los errores más comunes es asumir que la vida rural en Colombia puede describirse con indicadores homogéneos que pasan por alto las diferencias entre, por ejemplo, la ruralidad de los llanos orientales, la sabana de Bogotá y la vida campesina del Caribe.
Este libro identifica elementos clave para construir la noción de educación rural. Además, considerando que la ruralidad colombiana ha sido profundamente afectada por el conflicto armado, la obra ofrece una perspectiva sobre la influencia de este conflicto en la educación rural y propone caminos hacia la paz. Así, cada uno de sus capítulos busca fomentar un compromiso de la sociedad colombiana con la educación rural, reflejado en la formulación de políticas públicas y en el desafío de superar esos estereotipos que obstaculizan la comprensión de la complejidad rural.