En 1817, Edward Raczynski, el joven estudioso de asuntos orientales, se casó con la segunda mujer de Potocki. En 1845, cuando había alcanzado la misma edad de su viejo amigo, cargó un pequeño mortero en el patio de su castillo de Rugalin, introdujo la cabeza en la boca del cañón y encendió la mecha. Por tanto, también el doble de Potocki se mató como Potocki, aunque, como casi siempre sucede con los dobles, con menos elegancia.