No entiendo por qué se inventó así el mundo, falto de música. Acepto que a veces sopla el viento y se oyen pajaritos, pero no es suficiente. El universo debería tener eso perfectamente controlado: la gente iría a trabajar inmersa en la sustancia de su canción personal. Lo mejor sería hacer silencio, aunque el silencio completo no existe, y de poder vivirlo nos volveríamos locos. Pero ya estamos, yo digo. No entiendo por qué se inventó la luz que cae sobre todos nosotros, sin importar si estamos vivos muertos o somos buenos o malos, si pisamos escarabajos hermosos para sentir rico en los pies o golpeamos a la gente que amamos o lo que sea. Uno no puede ser sin luz porque desaparece, punto. No es tan evidente, pero también ocurre, me ocurre, que a veces desaparezco sin música.