Elayne y Nynaeve, con la ayuda de las Detectoras de Vientos y las Allegadas, consiguen por fin que funcione el Cuenco de los Vientos, aunque no se advierten cambios inmediatos en el tiempo. Nada más romperse el círculo de trece mujeres que se ha encargado de dicha tarea, aparecen unos seres voladores, los rakan, montados por seanchan que les atacan. Perrin se encuentra en Ghealdan siguiendo las órdenes de Rand: conseguir que la reina Alliandre respalde públicamente al Dragón Renacido. Además, debe reunirse con el Profeta para llevarlo ante la presencia de Rand y así poner fin a las tropelías de sus seguidores.