La poesía de Teresa Arijón busca una magia de permanencia aun en la catástrofe: Un millón de veranos es la historia continua y renacida de un deseo vital. Sus poemas viven entre lo perdido y lo salvado. Y esperan que aun el dolor y el duelo tengan sentido: salvarse del fuego nombrando el fuego, cercar el rayo, mirar lo ínfimo. La poesía es la estela, la huella quemada, el vestigio: lo que resta, lo que tiembla, lo que fuga.
Y de pronto algo extraño y radicalmente otro llega a la vida como un vendaval furioso, como la exaltación de lo salvaje: es el amor o la pasión. Algo que no se puede nombrar del todo salvo mediante metáforas, rodeos, alusiones, por ejemplo bajo las figuras de los animales o de la naturaleza. Cuando eso que irrumpe –amor, pasión, deseo— se agota, sólo queda el lenguaje como una única posibilidad de restaurar en el poema su acontecimiento: «el poema es un ruego antiguo, una exaltación, un hecho».
Este volumen hace un recorrido por toda la poesía de Teresa Arijón, que nació con La escrita en los años ochenta cuando secundaba las voces del feminismo, y se extiende hasta hoy con numerosos poemas inéditos. La selección y el prólogo de Jorge Monteleone, se acompañan con una larga entrevista a la poeta, poblada de objetos amados, de leves confesiones y de una luminosa fe poética.