«Lo primero que es necesario reconfirmar, al acabar de leer este libro de relatos, es que Fabio Martínez es un escritor, un animal moribundo –para parafrasear a ese otro animal moribundo, Philip Roth–; es decir, es un hombre que imagina, recuerda y de ello hace ficciones. La imaginación de Martínez, de forma evidente, tiene que ver con su tiempo, el tiempo de su formación sentimental e intelectual de la Cali de los años setenta, primordialmente, y la de los ochenta en su viaje de aprendizaje a Europa. De ambas experiencias y, por supuesto, de sus lecturas preferidas y de su mirada a este presente descuadernado, atípico y antiutópico, nacen los cuentos que conforman este libro. La mirada del autor sobre el mundo que recrea está tamizada por una sabiduría: la del humor. Es difícil hallar un relato en donde no brille la picardía, el guiño al lector, la broma abierta o la sátira con nombres propios. El humor le otorga entonces a estos relatos, un tono, una distancia crítica e inteligente, una actitud anti-solemne.» Guido Tamayo