Stuttgart, 1926. La joven e intrépida Serafina se instala en casa de su hermanastro, Víctor, en la espléndida propiedad familiar que todos llaman la Mansión de los Chocolates. La familia Rothmann es conocida más allá de los límites de la ciudad por sus refinadas creaciones de chocolate, que seducen a Serafina desde el primer momento. Con su espíritu aventurero, la joven se sumerge de lleno en las tentaciones que ofrecen los nuevos y emocionantes tiempos. Cuando conoce al atractivo Anton, se enamora perdidamente de él, pero el joven está a punto de comprometerse con otra persona. Mientras tanto, el imperio de los Rothmann se ve amenazado por inesperados actos de sabotaje, y a Serafina la persigue un oscuro capítulo de su pasado que no sabe cómo dejar atrás.