«Versos de la muerte de Vicente Huidobro nos conmueve al ingresar al umbral de un pórtico luminoso premortal en el lecho de un lirismo exultante. Hondo y profundo en los estados autoconscientes y lúcidos. En un soliloquio fundamental del poeta, ante un inminente viaje como una expurgación desgarradora en él. Quien levanta su ceja inmortal impugnando, interroga su Ecuatorial vanguardismo junto a Altazor en su renovación del lenguaje en la poesía chilena. Su iracunda propuesta continuaba ajena a las controversias poéticas y políticas que estallaron su siglo y que su futuro, su presente, más allá de su lirismo, es esplendente en su agónica excrecencia a la vacuidad de la existencia, el resplandor de sus vocablos, más allá del relámpago, estelar, lejos de las ramplonas lisas y febles letras actuales». Carmen Berenguer