Dzhan, escrito en 1935, uno de los escritos más bellos de la carrera de Andréi Platónov, se presenta por primera vez en una edición íntegra, con todos los finales alternativos que su propio avatar político como bestia negra de Stalin le obligó a redactar, en un intento infructuoso de ver publicada su obra.
Novela indispensable, no solo como alegoría del socialismo en términos filosóficos, sino como retablo humano y ejercicio literario extremo, total.