Sugestivo y cautivado, José de la Colina se deja seducir por el rostro lúdico de la literatura en una serie de ensayos que, sin dejar de ser resultado de un conocimiento profundo y extenso, han eludido intencionalmente la rigurosidad académica. Dejando de lado su habitual género narrativo, De la Colina analiza todos aquellos juegos literarios que el lector gustoso no puede ignorar.