La libertad parece un asunto simple: todas nuestras elecciones han de ser válidas si conducen a nuestro propio bienestar. Pero incurrimos en decisiones que pueden dañarnos: fumar, llevar una dieta desbalanceada, gastar en cosas innecesarias…, actos de disfrute cuyas consecuencias pueden ser lamentables. Cass R. Sunstein considera que, para ponerle un alto a las malas elecciones, sólo hace falta un “empujoncito”: sea en la forma de programas de ahorro automático o campañas de salud alimentaria, las políticas públicas pueden mejorar la navegabilidad por un mundo de decisiones difíciles sin hacer uso de la coerción violenta. Desde la manzana que Eva mordió en el Paraíso, hasta los escritos de John Stuart Mill o los estudios realizados por economistas contemporáneos, Sunstein echa mano de la economía experimental y conductual, así como un bagaje literario y cultural, para actualizar el viejo problema del libre albedrío. Éste es un libro de filosofía aplicada, útil para todo aquel responsable de tareas de planificación o legislación que tenga interés por mejorar la vida de la gente sin vulnerar su autonomía.