y entonces no supo a dónde ir. Sabía que tenía una casa, pero qué importaba, una casa debería ser algo más que un lugar donde dormir, debería ser el camino de vuelta, o tener el deseo de volver, debería ser una guarida contra el mundo, una muralla, una fortaleza, una realidad creada aunque ésta solo constara de una cocineta, una recámara y un baño.