Así, aunque la Junta de Cartagena había sugerido el 29 de junio que se formara una Junta Suprema con representantes de todos los cabildos, contestó en agosto a Bogotá que reasumía toda la soberanía y no se consideraba sujeta a ella —la ausencia del rey eliminaba la subordinación propia del antiguo régimen— y propuso que el congreso se hiciera en Medellín, con una representación que tuviera en cuenta la población de cada provincia para establecer de una vez un gobierno conjunto.