El conocimiento de Hitler respecto a cuestiones militares era sin duda impresionante, y desde luego ha dejado atónitos a sus apologistas modernos como Alan Clark y David Irving, el primero de los cuales dijo: «Su capacidad para controlar el detalle, su sentido de la historia, su retentiva, su visión estratégica, todas estas virtudes tenían sus carencias, pero consideradas bajo la fría luz de la historia militar objetiva, eran, sin embargo, brillantes»