Debes sentirme cerca, pues te he enviado mi nuevo libro y de este modo vengo a ti con lo mejor que he conseguido hasta ahora, con lo mejor en lo que me he podido transformar, con mucho más que con mi cuerpo y mi rostro, con mucho más que con mi alma: con la potencia de mi fuerza y de mi amor, con una parte de mi devoción más profunda, con un trozo de mi futuro. Mi libro Historias del buen Dios es todas esas cosas. Recíbelo con agrado y deja que en esta noche santa cumpla en ti lo que yo deseo. Reconóceme en él, querida madre.