Camille Robertson nació y creció en el seno de una numerosa familia en la que los libros y la lectura formaban parte de la cotidianidad.
Tiempo después, eligió la carrera de filología inglesa para poder abordar su pasión por las letras desde una perspectiva profesional.
Se dedica, además de a la escritura, a su familia, sin descuidar sus aficiones: el cine clásico y la música.