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Caroline Sole

  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Está muy enfadada con ellos. Desde que aprendió a caminar, su madre y su padre no paran de prohibirle cosas tan peligrosas como jugar al escondite en una tormenta de nieve, dibujar en la banquisa o bien organizar un combate de dragones polares en la bañera. ¡Peligro! ¡Alerta roja! ¡La pequeña tiene los dedos cubiertos de escarcha! ¡Ha patinado en el glaciar sin casco! ¡Pretende beberse un iceberg a sorbitos
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Me convierto en un grizzly cuando grito o cuando lloro o cuando me revuelco por el suelo o cuando…
    —¡Ah! Entiendo
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Pero continúan caminando. Akita nunca había recorrido un pasillo tan largo y congelado…
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Akita tenía la impresión de estar frente a las fauces abiertas de un dragón polar, donde su padre la arrojaba para librarse de ella. ¡Bien hecho! Su hermano ya no se quejaría más de sus grizzlies. El vidrio y el hielo ya no se quebrarían. La calma reinaría en la cabaña de su familia
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    ¿Te molesta quedar la segunda?
    —¡Claro que sí! Cuando pierdo, me enfado. Y cuando me enfado, la gallinita de las nieves se transforma en tarántula y los árboles en cerillas
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    . ¡Le habría gustado tanto estar en el lugar de su madre! Cuando ardía de rabia, los troncos prendían. Contenía su grito para no provocar una avalancha
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Akita, si te llevamos a ver a la grugluka, no es para fastidiarte. Es para que todo vaya mejor, ¿entiendes? A ella se le dan muy bien los grizzlies
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Akita teme que la castigue por sus grizzlies. Cada noche, antes de irse a dormir, pide un deseo: estar curada para poder jugar a hacer muñecos de nieve con el resto de los niños
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Adivinando una vez más sus pensamientos, la grugluka añade:
    —No podemos hacer siempre lo que queremos
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    ¿Crees que, en este reino, eres la única que se pone como un grizzly? —le pregunta la grugluka, como si le leyese la mente—. Mira…
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