José María Pérez Gay

  • Adal Cortezhas quotedlast year
    Cada poema es un epitafio.

    Todo texto es el último.

    Cada partido es contra Alemania.
    Hasta las piedras de Roma lo saben.
  • Adal Cortezhas quotedlast year
    El otro día me recomendaban una app para estructurar novelas: agregabas la historia, los personajes y ésta te sugería cómo relacionarlas. La compré pero luego la eliminé. Al igual que la aplicación para perdonar tus pecados las que prometan la escritura de una novela basada en fórmulas de tensión narrativa son para ilusos o desesperados.
  • Olgahas quotedlast year
    La tarde crucial de mi vida es aquella en la que mi abuelo me condujo al Centro, para mostrarme la ciudad invisible. Junto a cada edificio en pie, existía otro que se había ido. Al lado de cada hombre que caminaba respirando en la calle, flotaba una procesión de muertos. La ciudad no era sino sus ruinas, sus sombras, sus despojos. Un conjunto de reverberaciones, de fantasmas, de ecos, que llegaban hasta nosotros como un rostro que atravesara el agua
  • Talia Garzahas quoted8 months ago
    El gobierno del imperio se apoyaba en un ejército de burócratas profesionales —el primero y más destacado era el mismo emperador—, y en un grupo de políticos sin poder de representación.
  • Talia Garzahas quoted8 months ago
    El gobierno del imperio se apoyaba en un ejército de burócratas profesionales —el primero y más destacado era el mismo emperador—, y en un grupo de políticos sin poder de representación.
  • Talia Garzahas quoted8 months ago
    El Parlamento se hundía en el pantano de los conflictos nacionales: en el Reichstag estaban representados más de 30 países diferentes, una situación que, desde luego, lo había vuelto inoperante. Un ejemplo: los 87 diputados socialdemócratas se repartían entre 50 alemanes, 20 checos, siete polacos, cinco italianos y dos rutenos.
  • Talia Garzahas quoted8 months ago
    La derrota dejó un recuerdo inconfundible. La media luna de la bandera islámica, horneada por los célebres chefs de la cocina vienesa: el famoso Kipfel o el croissant, el cuerno que sirven en sus cafés.
  • Talia Garzahas quoted8 months ago
    idea que lo espolea es fascinante y disparada hacia atrás, cada vez más cerca —cada vez más lejos— del futuro anterior
  • Talia Garzahas quoted8 months ago
    defender la cultura europea, que por ese entonces era la cultura latina. Los cimientos romanos, sobre los cuales se debía levantar más tarde la capital de los Habsburgo, se echaron en medio de un país sin civilizar y sin dueño. Y en una época en que germanos y eslavos avanzaban nómadas a lo largo del Danubio, el emperador Marco Aurelio escribía en Viena sus Meditaciones, una de las obras maestras de la filosofía latina
  • Talia Garzahas quoted8 months ago
    El auténtico genio de esa ciudad trabajó para fundir en una gran armonía cultural a todas las manifestaciones espirituales que Europa nos enviaba”. Por eso se respiraba en Viena una atmósfera cosmopolita, nunca se tenía la sensación de estar atrapado por un idioma, una etnia, una nación o una idea. Jamás se olvidaba uno de que estaba viviendo en el centro de un imperio multinacional. Para ello sólo había que leer los anuncios de las tiendas: uno sonaba a italiano, otro a checo, el de más allá a húngaro, y en todas partes se advertía que en Viena también se hablaba el francés y el inglés. Ningún extranjero, aunque no dominara el alemán,
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