En situaciones normales, nuestro cuerpo recibe un aporte regular de alimentos de los que las células obtienen nutrientes, utilizado principalmente la glucosa como sustancia energética. Si dejamos de comer, comenzaremos a convertir las reservas de glucógeno del hígado en glucosa con la que obtener energía. Tras los dos primeros días de ayuno, habremos consumido estas reservas, y el cuerpo comienza a utilizar las grasas. Tenemos suficiente grasa para que las células se abastezcan más de 30-40 días, al cabo de los cuales, este nutriente también se consumirá. Lo cual obliga a nuestro organismo a obtener energía a partir de las proteínas musculares, pero la pérdida del cincuenta por ciento de las reservas proteínicas es incompatible con la vida. Según los estudios, por tanto, un adulto medio de setenta kilos de peso y 1,70 metros de altura podría resistir en ayuno unos 74 días. Siempre teniendo en cuenta que se mantiene el consumo de agua (sin la cual, no viviríamos más de 3-4 días). Con esto, por tanto, respondemos a nuestra pregunta inicial. En las condiciones dadas (ya que esta cifra puede variar mucho en función de la persona) el límite de vida sin alimentos sería de poco más de setenta días.