Yo recuerdo casi nada de él, ni su voz ni sus facciones, apenas una figura borrosa y apurada que entraba y salía de mi infancia, sin prestarme mucha atención y sin que yo tampoco se la prestara, extraño desconocido al que vi tan pocas veces en persona, al que tuve que reconstruir —todavía lo estoy haciendo— gracias a fotos, a su novela, al recuerdo de otras personas.