Maria Elena Llana con la vista posada al interior de 11 casas del Vedado (barrio emblemático de la burguesía en Cuba - fundado en 1850), relata con un toque fantástico-fantasmal la opulencia, pero también el abandono y el olvido, exponiendo las estructuras y dinámicas familiares de sus propietarios y linajes y su vacilación entre la vida y la muerte.