Antonio Colinas

Y ahora dime: qué narcótico es el olvido.

Y ahora dime: cómo se nombra el firmamento.

Y ahora dime: qué significa nuestro cuerpo.

Y ahora dime: si el futuro no es lo que era...

Afortunadamente había traído

conmigo un libro tuyo,

y mientras lo leía comprendí

que estaba ofrendando

mis ojos

a tus versos.

Él pensaba que había terminado

de leer en voz alta el poema

cuando, pasando a su lado, viéndola,

comprendió que al poema que leyó

le faltaba un verso.

Y ese verso era ella