¿Para qué gastar energía, fuerzas, lágrimas, tristeza en aquellas personas o situaciones que no lo merecen, que no valen la pena? El apego emocional nos limita, nos coarta, nos enferma, nos convierte en personas codependientes, nos desgasta, nos hace seres incapaces de demostrar que podemos crecer sin límites siendo amados y amando libremente. El amor no es compatible con el dolor continuo, el renunciamiento y la frustración. El amor es libertad, expresión, encuentro, unión de proyectos y sueños en común para ir detrás de ellos. Todo lo que amas te hace libre y no al revés. Por todo esto, frente al apego emocional, decide por ti y dite a ti misma: “¡Basta para mí, hasta acá llegué!”.¡Yo me bajo!