Agustín Cadena

Hay personas así, que te cambian todo al grado de que empiezas a verte a ti misma en términos de “antes de él” y “después de él

misofobia es el horror a los microbios”

Su mamá vive angustiada porque todo puede contener monstruos en miniatura portadores de enfermedades.

le ha dado tifoidea por comer cosas sucias

si alguien que tiene las manos negras de mugre te saluda: te da asco, actúas como si nada, y en la primera oportunidad, que puede ser horas después, te lavas y ya, asunto olvidado. Un misofóbico no reacciona así.

Si el mundo se acaba algún día, el tardígrado será la única forma de vida que subsista.

Piensa en los millones de millones de millones de microbios que seguramente viven en cada rincón de la ciudad: en botes de basura, paradas de autobuses, expendios de comida, baños públicos, hospitales, tuberías de agua, túneles de drenaje, sótanos y desvanes, barandales, picaportes, teléfonos públicos...

La paz del misofóbico
Alimentos ciento por ciento descontaminados

Luc le divierte: es un lugar que jamás huele a comida, pero vende comida, una comida que no huele a comida, que no huele a nada. Y la prepara un equipo de cocineros que no parecen cocineros sino científico

Hay mucha gente que se queja de soledad, pero la soledad no es posible en el mundo de los seres vivos.