De allí nos hablan,
de allí nos llaman, como entre sueños.
De un sueño a otro
nos llevan.
De un sueño a otro nos trazan, nos transparentan.
Como rasgos muy tenues en un paisaje.
Como respiros. De un sueño a otro buscamos
la solidez: este fuego
que enlaza, que perdura.
Esta pasión que arraiga,
que arrebata, y su acentrado contrapunto,
este sentir que engendra.