El primer paso para captar la línea base de comportamientos de la gente con la que te relacionas usualmente es fijarte en qué aspecto tienen normalmente, cómo se sientan, dónde colocan las manos, la posición habitual de los pies, la postura y las expresiones faciales comunes, la inclinación de la cabeza e, incluso, dónde dejan y cómo sujetan generalmente sus pertenencias, como un bolso (ver figuras 1 y 2). Tienes que ser capaz de diferenciar entre su cara «normal» y su cara «estresada»