Cada cambio sináptico que sigue la regla de Hebb refuerza la probabilidad de que se reproduzca la misma actividad. Gracias a la plasticidad sináptica, vastos tapices neuronales formados por millones de neuronas se suceden en un orden cada vez más exacto y reproducible. El ratón que recorre su laberinto por el camino óptimo, la violinista que con sus dedos hace brotar un sinfín de notas o la niña que recita una poesía despiertan una sinfonía neural en que cada movimiento, nota o palabra están registrados en varias centenas de millones de sinapsis.
Clase de funciones ejecutivas