Y tal vez nunca voy a comprenderte. Tal vez solo debo retenerte como pueda, abrazar la huida interminable.
Por eso traigo tus rasgos sobre los míos, para no inventarme un nuevo rostro cada día.
Ando a cuestas con tu vida en la mía.
Fantasma, ánima sola, llevo en mí tu máscara mortuoria, para vivir.