El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra, y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo y subió humo del pozo como humo de un gran horno, y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y del humo salieron langostas sobre la tierra, y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra…» (9:1-12)