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No: dije «entretenimiento con inteligencia». Pido disculpas si se malentendió. No hablo español y mucho menos el español de Argentina, que es distinto del de México. Quizás en México me habrían entendido, o habría podido decirles algo. Pero el español de ustedes es más difícil

Lo hice porque fue como recibir un insulto. Sid Vicious no fue un miembro importante para los Sex Pistols. No escribió ninguna de las canciones, no tuvo nada que ver con nosotros. Fue un clown de Malcolm McLaren que se sumó al final. Me resultó ofensivo que la gente idolatrara a Sid Vicious: no hizo nada por nadie, nunca. Excepto, quizá… morirse

padre era del tipo: «Hagan lo que digo y no lo que hago», lo cual era muy confuso. Yo no uso la violencia con mis hijos. Ellos sí pelean: todos los chicos lo hacen. Trato de ser el mejor padre dentro de mis posibilidades. En este momento, con las drogas que hay, y el VIH, tienes que ser honesto con tus hijos. Cuando era muy joven le preguntaba a mi padre: «¿De dónde vengo?». Y él me decía: «Te trajo un pájaro

Son muchas las cosas en las que un rockero no quiere creer y una de ellas es la fuerza reveladora del periodismo latinoamericano.

La escena musical semeja un avión de combate donde las turbulencias son una magnífica noticia, la señal de que la nave aún no ha sido derribada.

Las entrevistas son intervenidas por una narración donde los temores y las pasiones del autor resultan tan significativas como el hastío y los logros de sus personajes.

Max Henríquez Ureña en su Breve historia del modernismo, que «en su mayoría, aquellos modernistas que cultivaron el cuento y la novela unieron, a su devoción por la forma, los métodos del realismo y, en determinados casos, los del naturalismo.

Bajo este rubro puede ubicarse la obra de Urzáiz que, como otros escritores de la época, aporta una visión más cercana a lo biológico y sociológico que a lo estético.

En Eugenia, como en la obra del novelista inglés, se nos ilustra detalladamente sobre el proceso de la vida y las ventajas de la planificación biológica de la humanidad: «Reglamentada por los gobiernos la producción de hijos de modo que no exceda nunca a los recursos naturales del suelo, sostiénese el equilibrio económico, realízase y evítase toda posibilidad de degeneración».

Eduardo Urzáiz nos ofrece la premonición de un cambio radical de la relación del ser humano con su propio cuerpo, de los individuos con el orden social. Quizá por ello, en la cubierta de Eugenia figuraba Celiana, personaje que en la novela termina perdiendo las ganas de vivir.