Usar herramientas o recursos emocionales para no sentir unas emociones determinadas nos puede ahorrar el sufrimiento y funcionar a corto o medio plazo, pero a la larga va en detrimento de la salud emocional. Las emociones que negamos o evitamos, ya sea sustituyéndolas por otras, pensando siempre en positivo, promoviendo la alegría y el optimismo a ultranza o evadiéndonos, acabarán manifestándose de alguna manera. El dolor del vivir o las heridas