—Explíquenos madam, qué nos recomendaría en la vida.
Y vuelve a ser mi alma la que habla:
—Simplemente, que cada uno siga a su corazón y no haga lo que los demás esperan de ustedes, porque uno no puede vivir intentando ser quien no es para que lo acepten ya que, al final de su vida, morirá siendo rechazado. Si siempre estamos pendientes de la aprobación de los demás acabaremos por olvidarnos de nosotros mismos, de nuestras necesidades y de lo que nos pide el cuerpo.